miércoles, 21 de mayo de 2014

Un huevo huero, unas pastillas de los horrores y una noche en los infiernos

Mi primer y único embarazo ocurrió cuando menos pensaba que ocurriría. Era la tercera transferencia embrionaria y, aunque llegaba tras dos años y medio de búsqueda, era relativamente pronto. Pronto para alguien como yo, que ya he asumido que esto de la maternidad me va a costar más que buscar una aguja en un pajar.

Pero como en cualquier embarazo, y por mucho que yo lo deseara, había un riesgo de que no llegara a buen puerto. Y así fue. Primera eco y no se ve embrión. Una decepción muy grande, a pesar de que tuve presente en todo momento que esto podía pasar. Es más, justo una semana antes sentí una ansiedad muy grande pensando que lo podía perder en cualquier momento y estuve leyendo sobre lo que era un huevo huero. Parece que las mujeres sí tenemos un sexto sentido. 

Salí de la clínica conteniendo las lágrimas, muriéndome de rabia, otra vez no...no quería sentir de nuevo aquellas emociones tan negativas. Pero la vida me ponía de nuevo otra prueba: mi primer aborto.

El duelo por la pérdida de mi primer embarazo me duró dos días. Dos días me bastaron para reponerme de tan duro trance. A pesar de estar pasando unos momentos tan difíciles, pensé en lo bonitas que habían sido aquellas dos semanas en las que me sentí embarazada y habíamos hecho planes sobre todo lo que íbamos a hacer con nuestro bebé. Habíamos sido tan felices pensando que íbamos a ser padres, que no podía arrepentirme de haberme ilusionado. 
Recibir semejante hostia y ser capaz de levantarme con más ganas que nunca me hizo darme cuenta que estaba en un estado emocional perfecto para conseguirlo. Estaba rozando el éxito con mis manos y cada vez estaba más cerca para acariciarlo, o al menos eso es lo que yo sentía. 

Así que una semana después de la eco ahí estaba yo, tumbada en la cama, esperando a poner fin a mi sueño. Y dos horas después de que me administraran las pastillas de los horrores empezó mi descenso a los infiernos. El dolor y el malestar eran indescriptibles, pero a pesar de lo que significaba esa pérdida para mí, no solté ni una lágrima. Me sorprendía a mi misma la entereza y la frialdad con la que estaba viviendo ese momento. Asumí que hay que cerrar episodios para abrir otros. Y yo esa noche pude por fin finalizar ese capítulo con la siguiente frase:

“No llores porque ya se terminó… sonríe porque sucedió”.
Gabriel García Márquez



domingo, 18 de mayo de 2014

El secreto para quedarse embarazada: Ser feliz

Puede parecer utópico pero sin duda creo que esta afirmación es una verdad como un templo. Seguro que te han contado mil historias de parejas que lucharon mucho buscando ser padres y después de conseguirlo tras un duro camino, lo fueron por segunda vez y de manera natural!! Cuando creían que nunca podrían lograrlo de forma natural. ¿Te has preguntado por qué? porque eran felices. Ya no estaban inmersos en el estrés que conlleva tratar de quedarse embarazada y lo consiguieron.

Sé de primera mano lo difícil que es tratar de estar relajada, no pensar en el embarazo todo el tiempo, pero cuando sometemos a nuestro organismo a semejante carga de estrés, termina pasándonos factura. Cada persona necesita su espacio, su tiempo. Hay buscadoras que lo consiguen antes de que llegue la gota que colmó el vaso. Otras como yo, decidimos un día ser felices con todo lo que ya tenemos para de esta forma, caminar más serenas y tranquilas este duro camino que debemos trazar. Seguir andando disfrutando de la compañía, de las vistas, de las experiencias, de las caídas, de las emociones y los sentimientos. 

Por todo ello, es bueno que reflexionemos si somos felices con la vida que llevamos y a partir de aquí empezar a trabajar para serlo. Cuando lo seamos, estaremos en el estado emocional perfecto para conseguir quedarnos embarazadas. 
La única vez que he conseguido ver las dos rayitas en un test de embarazo ha sido cuando he sido feliz. No sé si es casualidad o no, pero yo creo que nunca lo hubiera conseguido con la ansiedad y la tristeza que sentí en otras temporadas.

Hay una frase de Eduard Punset que me encanta que dice: " La felicidad se encuentra en la antesala de la Felicidad", es decir, somos felices anticipando los acontecimientos. Mientras luchamos por lograrlo. ¿Te has fijado lo feliz que se pone tu perro cuando coges la correa? eso es porque está anticipando que va a salir a la calle. 

Tú decides si quieres transitar este camino con la cabeza gacha o lo haces disfrutando del trayecto con la cabeza bien alta y orgullosa de ti misma. Tienes todo lo que necesitas para ser feliz y la única persona que puede cambiar tu vida eres tú misma. 


sábado, 17 de mayo de 2014

El Baby Boom, nuestra mayor distorsión de la realidad

Uno de los fenómenos a los que nos enfrentamos las buscadoras es la percepción de un falso Baby Boom a nuestro alrededor. De repente hay una plaga de embarazos de las personas que te rodean: familiares, amigas, conocidas, compañeras de trabajo, vecinas, amigas de tus amigas, etc. Parece que todo el mundo se queda preñada menos tu! además lo primero que pensamos es: - joder! qué poco les cuesta a algunas quedarse embarazadas!! 
Otra de las percepciones erróneas que tenemos es que vemos bebés y niños por todas partes! Parejas con niños por donde quiera que vayamos. Nos los quedamos mirando con cara de envidia sana, pero envidia al fin y al cabo, pensando en lo mucho que nos gustaría poder pasear un cochecito de bebé.
Pues bien, procedo a desmontar estas falsas creencias que no nos ayudan para nada y que si las racionalizamos nos daremos cuenta de que no son verdad.

1). No hay ahora más embarazos que antes de que fueras una Buscadora, simplemente ahora te fijas más porque es lo que más deseas. Es un hecho contrastado que en las últimas décadas la natalidad ha descendido y que han disminuido el numero de hijos por pareja. Por lo tanto, no hay más embarazadas que antes de que quisieras ser madre. Sin embargo, estás en edad fértil y es normal que tus amigas o tus familiares en esa misma edad vayan siendo madres.

2). Tampoco hay un complot de todos los bebés y niños para aparecerse en todos los lugares a los que asistes. La diferencia es que antes ni te fijabas, tal vez incluso te molestaba ver como la liaban parda en el supermercado o no paraban de llorar en un restaurante. Todo depende de hacia donde canalizas tu atención. Como lo que más deseas es un bebé,te fijas en todos y cada uno de los que ves.

3). No todas las mujeres son diosas de la fertilidad. Por desgracia, y no entiendo por qué, hay muchas parejas que esconden sus problemas para concebir. De repente los ves con un cochecito de gemelos y se atreven a decirte en tu cara que ha sido a la primera y absolutamente natural. Te has fijado la cantidad de mellizos que hay últimamente?? Todos no se han concebido en una noche de pasión. 
Lo que quiero decir con esto, es que no sabemos por lo que ha tenido que pasar cada mujer hasta que se queda embarazada. Puede que haya tardado más que nosotras, pero decir que les ha costado sangre, sudor y lágrimas no queda bien. Por lo tanto, vamos a destruir esta falsa creencia.

4). "Todas se quedan preñadas menos yo". Eso no es verdad. ¿Por qué no te fijas en el montón de personas que no se quedan embarazadas? Todas las Buscadoras seremos madres, de un modo u otro; más tarde o más temprano, pero un día un pequeño ser maravilloso nos llamará Mamá.

5). "No voy a ser feliz hasta que me quede embarazada", esta es la creencia más perjudicial para nosotras. Aun sin estar embarazadas, tenemos todo lo que necesitamos para ser felices. En otro post hablaremos con profundidad sobre este tema, pero es importante que sepamos que ser feliz, es una de las claves para quedarse embarazada. Por eso debemos trabajar en ello todos los días.


jueves, 15 de mayo de 2014

Las Buscadoras

Hará aproximadamente dos años y medio decidí, sin saberlo, que formaría parte de un grupo de mujeres muy especial, "las buscadoras". En ese momento no era consciente de lo difícil que sería pertenecer a este grupo y lo dura que sería la búsqueda. 
Nunca me habían gustado los niños especialmente, pero de repente, un día te despiertas y decides que ha llegado la hora, que quieres ser madre y te vuelcas en ese deseo.
Sin embargo, cuando el tiempo pasa y no ves realizado dicho deseo, pasas a convertirte en una Buscadora. 
La Buscadora es aquella mujer que lucha día a día contra la infertilidad, disfruta de cada pinchazo de hormonas que se inyecta, se ilusiona con cada control de folículos y sueña con ver dos rayitas rosa en un test de embarazo.
Si cumples con varios de los requisitos mencionados, bienvenida al club. Eres una luchadora por todo lo que has tenido que vivir y tu búsqueda se convertirá en una lección de vida.

Como licenciada en Psicología, de teoría sé un rato, pero consejos vendo y para mi no tengo. Desde que soy buscadora, he pasado por 1000 etapas diferentes, la mayoría llenas de sentimientos y emociones negativas. Hasta que llegó un día en que decidí que eso había terminado y cambié. Empecé a aplicar diferentes estrategias que me hicieron darme cuenta que podía ser feliz y ser buscadora. Y un día pensé: ¿Por qué no trato de ayudar a otras buscadoras? Porque no es lo mismo esperar en la cola del viaje a Australia en un estado anímico ansioso, que hacerlo sintiendo paz y tranquilidad. 

El objetivo de este blog es desmantelar algunas de las creencias que tenemos cuando buscamos y dar tips para vivir sin ansiedad este duro camino que nos ha tocado vivir.
Si consigo que alguien supere el dolor que provoca no conseguir tener un hijo y sea capaz de ser feliz esperando a que llegue ese momento, me sentiré absolutamente satisfecha.