miércoles, 25 de junio de 2014

Mi bicicleta

"La vida es como montar en bicicleta. Para mantener el equilibrio tienes que seguir pedaleando"
                                                                                                                                         Albert Einstein


Recuerdo cuando era niña y con aproximadamente 6 años mi padre me enseñó a montar en bicicleta. Nunca olvidaré sus sabias palabras al intentar que aprendiera a mantener el equilibrio: 
-Mira hacia adelante! siempre hacia adelante! 

Hace unos días, haciendo rutas de BTT, mientras subíamos y bajábamos por caminos llenos de piedras, pendientes y obstáculos reflexioné sobre la frase de Einstein. 
¡Cuanta razón tenía el sabio con esta frase!

La poca experiencia que tengo en BTT me ha hecho darme cuenta que si te paras pierdes el equilibrio y te caes. Y que si te caes, aprendes a levantarte cada vez más rápido. Todas las piedras, tierra, caminos cortados que nos encontrábamos en el camino eran metáforas de lo que nos ocurre en la vida real. A veces andamos con un destino fijado en la mente, otras andamos sin rumbo, a la aventura. Pero lo importante es seguir pedaleando, porque cuando paras es cuando te desequilibras y se produce una ruptura en tu equilibrio emocional. Sin embargo, cuando dejas fluir las cosas, las experiencias que te ocurren y sigues adelante pese a las dificultades es cuando superas tus miedos y vives en armonía aceptando todo lo que te ocurre.
El primer día que realicé una ruta en bicicleta sentí miedo. De repente me vi atrapada en una pendiente llena de piedras y en donde lo único que podía hacer era encomendarme a Dios para no caerme y confiar en mis pocas habilidades para dominar mi bicicleta nueva. Todos esos obstáculos desestabilizaban las ruedas poniendo en peligro mi equilibrio. 
Pero no fue bajando cuando me caí, sino subiendo. Me caí al toparme con una piedra en una cuesta y pararme al pensar que sería incapaz de superarla. La naturaleza me estaba dando de nuevo una lección. Cuando encuentres una piedra, no importa del tamaño que sea, tienes que pedalear más fuerte para dejarla atrás. Y efectivamente así es. En la vida a veces tenemos que pararnos a coger carrerilla, coger aire y seguir pedaleando. No importa, pero sigue avanzando. 

Otro detalle importante cuando sales de excursión en bicicleta es la mochila que llevas a cuestas. Cuanto más cargada la lleves, más te costará subir y más duro será el camino. En la mochila solemos llevar los miedos, los prejuicios, las opiniones de los demás, los límites que nos autoimponemos, etc. Todo ello nos impide fluir y hace la ruta más pesada. Por eso es importante llevar la mochila vacía para poder ir llenándola de emociones bonitas durante el camino, que harán que sea más agradable.

Y finalmente, cuando llegué a casa me miré con detalle. Iba llena de magulladuras. Eran lo que yo llamo "heridas de guerra". Las marcas que te enseñan con cada golpe, cada caída y que te convierten en la persona que eres hoy. Más fuerte. Mejor. Cada cardenal de mis piernas era un intento fallido, la marca de que lo había intentado y que por más grande que fuera, ahí estaba yo para aguantar ese y cuantos golpes más me quedaran por superar.

Las Buscadoras vivimos situaciones que desestabilizan las ruedas de nuestras bicicletas. Nos topamos con piedras enormes y caminos sin salida, andamos a veces sin mapas por senderos desconocidos. Pero tenemos muy claro nuestro destino y debemos seguir pedaleando, cada vez más fuerte hasta llegar a él.


Nunca olvidaré las sabias palabras de mi padre: - ¡Mira hacia adelante. Siempre hacia adelante! 

Hoy, 24 años después, me doy cuenta del sentido de esa frase. 

jueves, 12 de junio de 2014

La metáfora del emprendedor

A ti, que me dices que no entiendo de gestión empresarial, que tengo mi sueldo a final de mes y que no tengo que preocuparme de nada más, te diré:

No soy emprendedora pero sé que es invertir todo mi dinero en la realización de mi proyecto. En poner en marcha el mayor plan de mi vida. En poner todas mis esperanzas en conseguirlo.
Sé que es levantarse todos los días y luchar por lo que deseo con todas mis fuerzas. 
Cuando tu subes la persiana de tu negocio, yo me pinto la sonrisa para trabajar un día más por mi sueño. Luchar contra la tristeza, los negativos y todos aquellos obstáculos que me encuentro en mi búsqueda.
Yo también elaboré un plan de empresa antes de iniciar mi negocio. Solo que en ese momento no sabía que tenía que tener en cuenta partidas como IA, FIV, ICSI,... Ni que tendría que volverme loca buscando proveedores de positivismo, ilusión y paciencia. 
Yo también espero cuanto antes el retorno de mi inversión, mi mayor recompensa.
También necesito financiación para continuar mi proyecto y también le temo al fin de mes. En mi caso al fin de un ciclo que dura 28 días, porque es en ese momento donde me doy cuenta de que aun no ha llegado mi momento.
También sufro estrés cuando no me cuadran los números: el número de folículos, de transferencias, de ciclos, de índices hormonales,...
Tu incertidumbre es si podrás sacar tu negocio adelante o tendrás que cerrar y el mío si conseguiré ser madre.
Tu coleccionas facturas y yo informes médicos que también clasifico por trimestres.
Yo también me dejo la piel y el alma por seguir adelante y llevar a cabo mi proyecto. 
Emprendí muy ilusionada este camino y por el mismo me fui dando cuenta de que esto del "emprendimiento" no es tan fácil ni tan idílico como lo pintan. Que tienes que luchar mucho y trabajar sin descanso para llegar a la meta.
He tenido que modificar mi plan mil veces adaptándome a las circunstancias del mercado.
Sé que es agobiarse, no poder conciliar el sueño preocupada por tener que tomar decisiones de hacia donde seguir y qué pasos dar y no saber si son las decisiones que me llevaran al éxito.
Tener que hacer tantas cosas y tener que renunciar a muchas otras para realizar mi proyecto. 
Sentirse incomprendido en muchas  ocasiones y tener que aguantar como todos opinan sobre lo que debes hacer en tu situación.
Sé lo que es estar en pie de guerra todos los días y sacar fuerzas hasta de debajo de las piedras. Dar pequeños pasos e ir construyendo mi sueño día a día.

En el fondo, vivimos situaciones similares. Yo no tengo empresa pero si un proyecto tan ambicioso como el tuyo. Ambos luchamos dejándonos la vida en el terreno de juego. Y sé que ambos lo conseguiremos. Tú, porque eres un león. Y yo, porque soy una espartana.


lunes, 9 de junio de 2014

¿Por qué yo? ¿Por qué a mí?

Cuantas veces no habremos dicho y pensado esta frase??!! Aceptar que tienes dificultades para ser madre y la incertidumbre que sientes pensando si algún día lo serás es un duro episodio que afrontamos todas las buscadoras. Como cualquier suceso traumático y doloroso la asimilación de este hecho tiene sus fases.

1. Negación: es tan duro y doloroso que no puedes creértelo. Cuesta asimilarlo, así que este mecanismo de defensa es el primero que aplicamos de manera inconsciente.

2. Enfado: es increíble la rabia que se puede sentir cuando te enteras de tan cruda realidad. Es terriblemente injusto para ti y cualquier otra persona, porque no hay nada más cruel para una mujer que no poder ser madre. Tu te mereces como cualquier otra tener hijos y pensar en que quizá no puedas te hace romper en cólera con el mundo.

3. Negociación: es el momento de pensar en soluciones. Por suerte hoy en día hay muchos avances y maneras de ser madre. Empiezas a barajar la posibilidad de someterte a algún tratamiento. Si eres creyente, además te encomiendas a Dios, si él quiere que así sea, por algo será y te resignas pensando en que alguna fuerza superior velará por que lo consigas. Si no eres creyente confías en la ciencia y depositas en ella toda tu confianza.

4. Tristeza: sin duda si hay algún sentimiento asociado a la infertilidad, es la tristeza. No sientes consuelo para esta aflicción con nada. Te sientes infeliz por no poder ser madre. Este sentimiento además es recurrente, es decir todos los días en algún momento te sientes así.

5. Aceptación: esta es la última fase en la que aceptas tu situación y asumes tus dificultades. Es cuando vas dando pasos que te acercan cada vez más a tu objetivo siendo consciente en todo momento de la realidad y las probabilidades, pero eso si, sin perder nunca la ilusión.
En esta última etapa puedes hablar de tu problema sin derramar miles de lágrimas, puedes incluso hasta reírte de ti misma.

Las Buscadoras pasamos por todas estas fases miles de veces durante la búsqueda: primero cuando nos enteramos de nuestra infertilidad, después cuando nos sometemos a los tratamientos, cuando nos enfrentamos a betas negativas, cuando nos hacemos 1000 pruebas diagnósticas... una vez tras otra debemos asimilar hechos negativos y seguir caminando. Estas experiencias nos convierten en lo que yo llamo "espartanas". Pero a pesar de todo, recuerda que lo que no te mata, te hace más fuerte. Y no hay nada que pueda acabar con una Buscadora.


lunes, 2 de junio de 2014

Tips para ser feliz en la búsqueda


1. Sonríe
Sonreír nos produce un gran bienestar debido a la segregación de endorfinas (las hormonas del placer), reduce el estrés y relaja nuestra musculatura. Además, produce un efecto positivo en los demás. Si sonreír tiene tantos beneficios,¿por qué no sonreír todos los días? 
Practica la sonrisa desde que te levantas hasta que te acuestas. Ejercita tu sentido del humor, ríete de ti misma si es necesario, pero no pases un solo día de tu vida sin sonreír.

2. Haz deporte
Hacer deporte tiene muchísimos beneficios físicos, pero además tiene beneficios psicológicos. Mediante el ejercicio físico liberamos tensiones, canalizamos nuestros sentimientos negativos y nos desestresamos. Además, también segregamos endorfinas, lo que nos produce placer y bienestar. Vale la pena hacerlo para liberarnos de todos los sentimientos negativos y la ansiedad que nos genera la búsqueda. Así que si aun no lo haces, no busques más excusas. 

3. Cuida tu dieta
Sigue la dieta mediterránea. Llevar una dieta equilibrada te ayudará a tener un peso ideal, unos niveles hormonales correctos y un sistema inmunitario preparado para combatir cualquier virus. Ten en cuenta que eso te ayudará a conseguir ser madre, así que no demores este cambio de hábitos.

4. Realiza actividades que te gusten
Dedica tu tiempo libre a hacer lo que te gusta. Leer, escuchar música, tocar algún instrumento, pintar, pasear con tu perro, etc. Lo que sea, pero que te encante y que te haga sentir bien. Piensa que cuando seas madre vas a tener poco tiempo para hacerlo, así que aprovecha ahora que aun puedes.

5. Disfruta del amor en pareja
Todas las buscadoras en alguna etapa hemos recurrido a las relaciones programadas. Bien fuera por prescripción médica o no, la cuestión es que pasamos periodos en que hay que hacerlo cada día y otras en las que debemos esperar. Al final se pierde la magia de hacer el amor con tu pareja de manera espontánea. El sexo se convierte en el medio para conseguir lo que más deseas y te olvidas de lo bonito que es disfrutarlo en pareja. 
Por eso es importante reavivar la llama del amor. Olvídate del día del ciclo en el que estés y sorprende a tu pareja. Cómprate lencería nueva y disfruta del amor. Ten en cuenta que cuando seas mamá, vas a echar de menos poder hacerlo en cualquier momento y lugar.

6. Disfruta de tus amigos
Los amigos son la familia que tu eliges. Rodéate de ellos en estos duros momentos. Les cuentes o no por lo que estás pasando, pasa todo el tiempo que puedas con ellos. Te hará sentir bien y te sentirás más feliz.

7. Aprende cosas nuevas
El saber no ocupa lugar y siempre es gratificante aprender cosas nuevas. Apúntate a algun curso de idiomas, o de cocina, o aprende a hacer manualidades. Seguro que hay algo que siempre quisiste aprender y nunca has hecho. Ahora es el momento, hazlo.

8. Sé positiva
Esta es la clave de la felicidad sin duda. Saca SIEMPRE algo positivo de cualquier experiencia que vivas. Por dura y mala que sea, siempre tiene algo bueno. Practica el optimismo cada día, de manera que antes de acostarte reflexiones sobre algo bueno que te ha pasado ese día. Cuanto más practiques, más fácil te será encontrar el lado bueno de las cosas.

9. Deja de buscar información por internet
Internet es una gran fuente de información, pero es un peligro para las buscadoras. Es mejor que preguntes a tu médico sobre tus cuestiones de salud, en lugar de andar buscando por la red. Ten en cuenta que aunque dos personas tengan el mismo diagnóstico, puede que el desenlace sea diferente, así que no te tortures y confía en tu médico.

10. Olvídate del tiempo
El tiempo para las buscadoras es un elemento clave. Por lo general, vivimos en una sociedad con un ritmo tan frenético, que creemos que conseguir nuestras metas tiene que ser igual de rápido. Cuando nos damos cuenta de que no es así, nos frustramos muchísimo. Si eres una buscadora, debes saber que el tiempo no importa, cuanto más tiempo transcurra, mas cerca estarás de tu objetivo. Así que deja que el tiempo pase a su ritmo y no pienses en cuanto vas a tardar en conseguirlo. Solo tienes que saber que un día lo lograrás.

11. Adiós a los test de ovulación, las gráficas de temperatura y el control de cualquier otro tipo de variable
Controlar todas y cada una de las variables que influyen en que te puedas quedar embarazada no va a ayudarte a conseguirlo. Todo lo contrario, lo único que haces es añadir más ansiedad a tu búsqueda. Seguramente tienes toda una serie de rituales que llevas a cabo todos los días para saber cuales son los más fértiles, convirtiéndote así en una obsesivo-compulsiva. Pero créeme, dejarlos te va a ayudar a estar más tranquila, teniendo así más posibilidades para quedarte embarazada.

12. Ponte guapa
Arréglate y ponte bien guapa todos los días. Eso aumentará tu autoestima, seguramente algo tocada después de tanto tiempo sin conseguir ser madre. Para las mujeres, nuestra imagen física es muy importante y vernos bien mejora nuestro autoconcepto. Así que, saca tus mejores galas, enseña tu mejor sonrisa y cómete el mundo!

13. Mímate 
Dedícate un día entero a hacer lo que te apetezca, haz el viaje que tanto ansiabas o ve a darte un masaje. Vete de compras o ve a comer a ese restaurante que tanto te gusta. Lo que sea, pero mímate todas las semanas. Consiéntete mucho porque tu lo vales! La primera persona en la que tienes que pensar para quedarte embarazada ERES TÚ.

En los próximos post hablaré con más detalle de cada tip.
Revisa cuales de los tips cumples y cuales no y trabaja para cumplirlos. Verás como la búsqueda es mucho más llevadera :D