jueves, 2 de febrero de 2017

Las mil y una caras de la maternidad


Si algo tengo claro desde que soy madre es que la maternidad tiene mil caras. No hay dos madres iguales, ni dos maneras de criar igual, ni dos bebés idénticos en comportamiento. Por lo tanto, cada maternidad es un mundo que hay que respetar por encima de todo.

Convertirme en mamá me ha hecho darme cuenta de lo complejo y duro que es. Parecía más fácil cuando lo hacía mi madre conmigo. Traemos al mundo a nuestros hijos envueltas en una revolución hormonal y sentimos la presión y la culpa por cada una de las decisiones que tomamos como madres. Incluso antes de serlo, se nos ejerce una presión para que lo seamos. Hoy en día nuestro papel en la sociedad va mucho más allá de ocuparse de la casa y los hijos. El posponer la maternidad ha disparado los problemas para concebir y por suerte la ciencia ha puesto a disposición de las parejas nuevas fórmulas para conseguir ser padres. Sin embargo, la crianza de los hijos sigue recayendo en nosotras. Se nos exige que seamos abnegadas y sacrificadas y antepongamos el cuidado de nuestros hijos a nuestras propias metas. En muchas ocasiones no nos queda otra que renunciar a nuestro trabajo, nuestros hobbies, y a nosotras mismas. Y eso, por más que amemos a nuestros hijos, no es justo.

Se nos critica y juzga por todo: si das pecho, si no le das, si duerme contigo en la cama o en su cuna, si lo llevas a la guardería o no, y un largo etcétera que por desgracia nos lanzamos entre nosotras. 
Tengo la suerte de haber podido estar en contacto con otras madres primerizas como yo y esto me ha permitido ver que todas las opciones son válidas y que todos los niños se crían igual. Cada mamá debe tomar sus decisiones respecto a la crianza de sus hijos basadas sobretodo en el bienestar del bebé y de una misma. Porque si la mamá está bien, el bebé está bien. Así que si eso comporta tener que hacer malabares para poder descansar unas horas más, pues lo haces y no pasa nada.

"Tener hijos te quita calidad de vida" - dice la periodista Samanta Villar. Efectivamente Samanta, te quita calidad de vida porque durante unos meses duermes muy poco, comes cuando puedes y lo que es descansar... pues más bien nada. Pero es que la maternidad no es tan idílica como nos la pintaban. 
Entiendo que estas palabras hayan ofendido a un sector de las mujeres muy importante: aquellas que han tenido problemas para concebir. Y seguramente esta frase esté sacada de contexto.
Pero dudo que estés arrepentida de ser madre. Simplemente que cada mujer lo vive de manera distinta. Todo es mucho más fácil cuando tienes ayuda para todo y un bebé que duerme del tirón desde el principio. Pero en la gran mayoría de los casos, esto no es así. 
¿Y qué hay de malo en decir las cosas "menos buenas" de ser madre? Me considero una de las madres más quejicas del mundo. Hay días que echo de menos la libertad que tenía antes para hacer lo que me daba la gana. Pero no cambiaría ni un solo segundo la vida que tengo ahora junto a mi bebé. Todo tiene su proceso de adaptación pero con el tiempo te amoldas y tiras para adelante.
Pero mamás! no os escandalicéis. No se es peor madre por decir que estás cansada y desear estar tranquila un rato. Quizá si todas nos quejáramos y explicáramos las cosas negativas sin tener que sentirnos malas madres, no se montarían estos revuelos. 

Así que vamos a dejar de criticarnos las unas a las otras y que cada una viva la maternidad a su manera, con todo lo bueno y lo malo que ello conlleva.


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