lunes, 9 de junio de 2014

¿Por qué yo? ¿Por qué a mí?

Cuantas veces no habremos dicho y pensado esta frase??!! Aceptar que tienes dificultades para ser madre y la incertidumbre que sientes pensando si algún día lo serás es un duro episodio que afrontamos todas las buscadoras. Como cualquier suceso traumático y doloroso la asimilación de este hecho tiene sus fases.

1. Negación: es tan duro y doloroso que no puedes creértelo. Cuesta asimilarlo, así que este mecanismo de defensa es el primero que aplicamos de manera inconsciente.

2. Enfado: es increíble la rabia que se puede sentir cuando te enteras de tan cruda realidad. Es terriblemente injusto para ti y cualquier otra persona, porque no hay nada más cruel para una mujer que no poder ser madre. Tu te mereces como cualquier otra tener hijos y pensar en que quizá no puedas te hace romper en cólera con el mundo.

3. Negociación: es el momento de pensar en soluciones. Por suerte hoy en día hay muchos avances y maneras de ser madre. Empiezas a barajar la posibilidad de someterte a algún tratamiento. Si eres creyente, además te encomiendas a Dios, si él quiere que así sea, por algo será y te resignas pensando en que alguna fuerza superior velará por que lo consigas. Si no eres creyente confías en la ciencia y depositas en ella toda tu confianza.

4. Tristeza: sin duda si hay algún sentimiento asociado a la infertilidad, es la tristeza. No sientes consuelo para esta aflicción con nada. Te sientes infeliz por no poder ser madre. Este sentimiento además es recurrente, es decir todos los días en algún momento te sientes así.

5. Aceptación: esta es la última fase en la que aceptas tu situación y asumes tus dificultades. Es cuando vas dando pasos que te acercan cada vez más a tu objetivo siendo consciente en todo momento de la realidad y las probabilidades, pero eso si, sin perder nunca la ilusión.
En esta última etapa puedes hablar de tu problema sin derramar miles de lágrimas, puedes incluso hasta reírte de ti misma.

Las Buscadoras pasamos por todas estas fases miles de veces durante la búsqueda: primero cuando nos enteramos de nuestra infertilidad, después cuando nos sometemos a los tratamientos, cuando nos enfrentamos a betas negativas, cuando nos hacemos 1000 pruebas diagnósticas... una vez tras otra debemos asimilar hechos negativos y seguir caminando. Estas experiencias nos convierten en lo que yo llamo "espartanas". Pero a pesar de todo, recuerda que lo que no te mata, te hace más fuerte. Y no hay nada que pueda acabar con una Buscadora.


No hay comentarios:

Publicar un comentario