domingo, 3 de mayo de 2015

En busca de la Fertilidad: mi peregrinación a Núria

Hace algo más de dos años supe de la leyenda del Valle de Núria. A pesar de ser catalana nunca lo he visitado. Al parecer la historia dice que muchas parejas visitaban el Santuario de Núria pidiendo a la Virgen el don de la fertilidad. Para ello hay que hacer una ofrenda (económica) delante de la cruz y situar la cabeza debajo de una olla mientras se toca una campana. Tantas son las parejas que han conseguido tener un hijo tras la visita al Santuario que cada año son más los que deciden visitar a la Virgen de Núria.



En cuanto conocí la historia, le planteé a mi marido que fuéramos a visitar el Santuario. Pero si yo hasta ahora he sido poco creyente, mi pareja aun lo es menos, y nunca le ha dado credibilidad a este tema. Pero claro, en ese momento no habíamos pasado por todo lo que llevamos recorrido y ahora mismo sentimos la necesidad de creer en algo y aferrarnos a ello por encima de todo. 

En mi última sesión de psicoterapia mi terapeuta me dijo que tenía que creer en algo más grande, dejar la responsabilidad del próximo tratamiento a algo más poderoso. Llámese Dios, destino, o como quieras llamarle, pero algo ajeno a mí y capaz de lograr milagros. Así que, a pesar de que el viaje ya estaba programado justamente buscando ayuda divina, me apliqué su pauta y fuimos a Núria con la esperanza de que nos trajera suerte.

Pero si nuestro intento por ser padres está lleno de obstáculos, llegar a Núria tampoco iba a ser sencillo. En nuestro viaje tuvimos que llevarnos a nuestros perrines y no nos dejaban dejarlos solos en el hotel, así que teníamos que llevarlos con nosotros a todas partes. Eso comportaba viajar con ellos en el tren cremallera que nos subiría hasta Núria y lo más difícil todavía: entrar en el santuario con ellos. Tenía tan claro mi objetivo que me salté algunas normas como que por ejemplo que los perros no pueden entrar en las iglesias. No sé a quien se le ocurriría semejante barbaridad. Los perros son también criaturas del Señor.

Así que finalmente allí estábamos mi costi y yo, con los perrines dentro del bolso (por suerte tengo dos chiguaguas). Yo arrodillada con ellos delante, la cabeza en la olla y mi marido aporreando la campana bien fuerte. Un cuadro vamos!! Pero a pesar de las dificultades nos fuimos con la clara convicción de volver dentro de unos años con nuestro retoñ@ para darle gracias a Núria. Y así será :D



4 comentarios:

  1. Lore!!!Me has sacado una sonrisa bien temprano!!
    Tenemos que creer en lo que sea que nos haga sentir mejor y si Nuria lo consigue, pues nada habrá que ir a que nuestros maridos nos den un buen campanazo :)
    Seguro que pronto lo podemos celebrar.

    Un besazooo

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    1. Jajaja Mer es que era para vernos. Encima hay que echar una propina ahí y le digo a Ivan: saca dinero!! K hay que dar una ofrenda. Y empieza a sacar todas las monedas que tenia sueltas. Como si por mas que echara mas efecto hiciera. Hay que tener en cuenta k siendo catalanes tuvo mucho mérito jejeje

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  2. Hola, he empezado a seguirte hace poco. He leído con tienes terapeuta, estoy muy interesado, pero no tengo ni idea de la psicoterapia y los terapeutas. me podrías guiar?.
    Gracias.

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    1. Mi terapeuta esta especializada en terapia gestalt (un tipo de vertiente de la psicología) y en constelaciones familiares. Yo acudi a ella porque tenia mucha ansiedad con todo el proceso. Yo siendo psicóloga y conociendo todas las vertientes de la psicologia k hay recomiendo esta porque trata al ser humano desde una visión global. Teniendo en cuenta k todo lo fisico y psiquico se influyen mutuamente. De donde eres? Busca algun centro en tu ciudad donde hagan este tipo de terapia. Y consultame lo k necesites. Estaré encantada en ayudarte. Un abrazo!

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